lunes, 19 de octubre de 2009

Nunca creí


Pensé que la lealtad era algo de todos,
que estaba impregnada en cada persona, que era el pilar fundamental de cada uno,
que era el primer valor al que podíamos apelar.
Pensé que la lealtad era gratis,
que no debía buscarla, simplemente esperarla,
pensé que si no estaba no lo notaría,
pensé que era algo de cada día.
Me faltó dudar,
me faltó dar un paso atrás y recapacitar,
dejar de confiar,
esperar esa entrega de los demás,
descansar en la confianza que me podrían regalar.
Me faltó seriedad,
me faltó experiencia y sinceridad,
dejé mi vida en manos ajenas,
dejé mi destino a puertas abiertas...